El actual modelo económico lineal de extracción-producción –consumo-desperdicio o, lo que es lo mismo, producir, usar y tirar está llevando al planeta a una situación insostenible, de ahí la necesidad del cambio a un modelo de economía circular.
Este modelo productivo va más allá del reciclaje. La economía circular es un concepto económico que se interrelaciona con la sostenibilidad, y cuyo objetivo es que el valor de los productos, los materiales y los recursos (agua, energía,…) se mantenga en la economía durante el mayor tiempo posible, y que se reduzca al mínimo la generación de residuos. Se trata de implementar una nueva economía, circular -no lineal-, basada en el principio de «cerrar el ciclo de vida» de los productos, los servicios, los residuos, los materiales, el agua y la energía.
Se aboga por que el ciclo de vida de los productos se extienda gracias a un mejor ecodiseño que facilite las reparaciones, la reutilización y la refabricación de viejos productos, además de minimizar la generación de productos no reciclables y reducir el consumo de los productos naturales no renovables.
El modelo lineal promueve la obtención de nueva materia prima cada vez que se quiere fabricar un nuevo producto, generando un gran impacto ambiental. Pero con la economía circular esta forma de pensar cambia ya que se introducen las llamadas 7Rs:
-Rediseñar los productos para ampliar su vida útil e introducir la ecología en el diseño
-Reducir la cantidad de productos que consumimos y/o residuos que generamos.
-Rechazar: decir que no a objetos o servicios que van en contra del medio ambiente.
-Reparar objetos en vez de desecharlos directamente cuando dejan de funcionar
-Renovar y actualizar los objetos antiguos
-Recuperar, es decir, recoger materiales usados para volverlos a emplear en la producción de nuevos productos e introducirlos nuevamente en la cadena de consumo.
-Reciclar, reducir al máximo y promover mejores prácticas en la gestión de residuos.
En conclusión, el modelo circular obliga a repensarlo todo de principio a fin. Es una nueva manera de entender los procesos de producción y gestión de los recursos. Éstos ya no mueren, se reutilizan. Es un ciclo continuo que se retroalimenta y se regenera.
Además la economía circular es generadora de empleo. El sector de la gestión de los residuos representa en España miles de puestos de trabajo.
En un contexto de escasez y fluctuación de los costes de las materias primas, la economía circular contribuye a la seguridad del suministro y a la reindustrialización del territorio nacional.
Los residuos de unos se convierten en recursos para otros. El producto debe ser diseñado para ser deconstruido. La economía circular consigue convertir nuestros residuos en materias primas, paradigma de un sistema de futuro. Finalmente, este sistema es un sistema generador de empleo local y no deslocalizable.
Por eso en INDUSTRIAS J.CERVIÑO SL. nos enorgullecemos de aportar nuestro granito de arena trabajando con un material sostenible como el PVC, que proviene en un 57% de la sal común, un recurso prácticamente inagotable. Es un material que durante su transformación en perfiles de PVC sólo emite vapor de agua a la atmósfera, y cuyas cualidades intrínsecas le convierten en un excelente aislante tanto térmico como acústico, lo que conlleva un gran ahorro energético. Apostamos por las ventanas de PVC VEKA ya que sus productos se fabrican con PVC 100% reciclable.
El objetivo es lograr una edificación más sostenible, aspecto que pasa sin lugar a dudas por un mayor uso de ventanas de PVC gracias a sus elevadas prestaciones termo-acústicas, fácil mantenimiento y reciclabilidad